¿Nuestro iceberg se derrite?

¿Nuestro iceberg se derrite?

En estos días, oyes con frecuencia la expresión distanciamiento social. Una situación inesperada por la mayoría, nos impone distanciamiento social, de aquellos de los que más cerca nos sentimos.

Las teorías de la motivación nos han enseñado que lo que hacemos pierde valor, si no conectamos con los demás.  

Por qué la pirámide de Maslow se nos tambalea

La pirámide de Maslow se tambalea. Abraham Maslow formuló una teoría sobre la motivación, vigente hasta hoy en día.

Maslow definió en su teoría una jerarquía de necesidades humanas, y postulaba que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (zona inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollamos unas necesidades más elevadas (zona superior de la pirámide).

Nuestro comportamiento busca satisfacer nuestras necesidades; desde las más básicas, hasta las más complejas.

Cuando muchos teníamos el foco en el reconocimiento o en la trascendencia, una pandemia nos devuelve a la base de la pirámide de Maslow.

Una amenaza global acecha a nuestra seguridad, y nuestra necesidad de certeza queda al descubierto. Por lo que buena parte de las acciones que ahora realizamos se dirigen a cubrir esta necesidad.

Distanciados socialmente, conectados emocionalmente

Sin embargo mientras muchas de las relaciones que mantienes han quedado en stand by en el plano físico; la tecnología actúa como puente y acorta la distancia con tu familia, con tu equipo de trabajo, o tus amigos.

La misma tecnología que llegó a imponerse en nuestras vidas como un elemento a veces distorsionador de nuestras relaciones; ahora salva la distancia forzada.

Procedemos de una cultura afiliativa y necesitamos estar conectados; estamos programados biológicamente para forjar vínculos con los demás. Esto responde a nuestro instinto más primario, el de supervivencia.

Ni tan bueno, ni tan malo, la mayor parte de las cosas que nos suceden son relativas; La clave está en saber utilizar lo que nos sucede para avanzar.

Unidos por el miedo

Una de nuestras primeras reacciones ante lo desconocido es la del miedo. El miedo es una emoción adaptativa, que nos informa de la pérdida de algo. En este caso, de la pérdida de nuestra seguridad. Frente al miedo, la necesidad de recuperarla, nos motiva y nos pone en marcha.

“Todo héroe necesita la réplica de un antihéroe, como Skywalker y Darth Vader. Cuanto más fuerte y valiente sea el primero, más poderoso será su contrario. (…) Miedo y motivación serían las dos caras de una misma moneda” del libro de Pilar Jericó, “No Miedo”

Da de comer a tu motivación

Entonces si miedo y motivación son dos caras de la misma moneda. ¿A quién estás alimentando? ¿Al miedo, a los bulos, al escepticismo, a la desconfianza? O ¿A la comprensión, a la colaboración mutua, a la apertura a nuevas alternativas?

Una leyenda Cherokee cuanta que un anciano cherookee al final de su vida reunió a sus nietos en lo alto de la meseta Ozark para darles algunos consejos para la vida. El anciano indio les dijo: Hay una batalla que siempre ocurre en mi interior; una gran pelea entre dos lobos. Uno de los lobos representa la maldad, temor, la culpa, arrogancia, inferioridad, orgullo, ego, resentimiento, ira, envidia, superioridad, rencor, avaricia… El otro lobo representa la bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, dulzura, humildad, generosidad, amistad, compasión… Esa misma pelea está ocurriendo en vuestro interior, y dentro de todos los hombres y mujeres de la tierra.

Los niños se quedaron pensativos y uno de ellos preguntó a su abuelo: ¿Cuál de los lobos crees que ganará, abuelo? Y el viejo indio contestó: Aquel al que alimentes.

Paradigma ganar-ganar

Un suceso que nos pone en alerta porque nos saca del carril de nuestra rutina, y nos pone en riesgo; hasta el punto de quedar nuestras necesidades más básicas descubiertas; Es suficiente para hacernos conscientes de que las políticas y los comportamientos, tienen consecuencias, y que al final todo está relacionado.

No podemos, y menos en un mundo globalizado, actuar como si estuviéramos solos; vivir bajo el paradigma de la independencia. Tampoco bajo el de la dependencia de los intereses de un grupo.

Pensar en ganar-ganar es buscar el beneficio y respeto de todos, como dice Stephen Covey “implica pensar en términos de abundancia y oportunidad, en lugar de escasez y competencia adversa”.

Llevado a la sociedad, es pensar en todos como un conjunto y no en términos de yo; yo junto con mi tribu; mi familia, mi empresa, mi…

¿Nuestro iceberg se derrite?

Salir adelante es la opción. Podemos resistirnos al cambio y poner parches; cambios remediativos que no evitarán la repetición de lo que nos preocupa. Podemos evolucionar, y hacernos otras preguntas. Las preguntas poderosas son las que tienen el enfoque ganar-ganar. Las empiezan por lo que nos une, nos trae a reflexionar, nos gusta celebrar, y queremos para el futuro.

“Escuchando a los demás, nunca cesa de sorprendernos cuantos problemas de bloques de hielo existen en nuestro mundo rápidamente cambiante. Nunca deja de asombrarnos, cuan difícil puede ser ver esos problemas y resolverlos. Pero más que todo nos sorprenden los métodos tan creativos que los hombres inventan para salir adelante, y desarrollar un futuro mejor para grupos muy pequeños, para organizaciones muy grandes y también para sí mismos” Del libro “Nuestro iceberg se derrite”, John Kotter, profesor y escritor en las áreas de liderazgo y cambio.

¿Estamos viviendo en un bloque de hielo que se está derritiendo o puede derretirse?

Muchas gracias por leerme, cuídate mucho.

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