Que no te den calabazas en tu próxima entrevista
Prepararse para un proceso de selección, planificar una entrevista de trabajo, y evaluar los resultados del proceso, son momentos clave en una carrera profesional.
Tanto si trabajas por cuenta ajena como por cuenta propia, las competencias de autoconocimiento, autogestión emocional y habilidad social en las relaciones interpersonales, son necesarias para ser seleccionado como trabajador o como proveedor.
En cuanto a la preparación de la entrevista, en los talleres que facilito suelo centrarme en aquello que se hace no sólo en la entrevista, sino previamente y después de aquella. Los siguientes puntos te pueden ayudar a enfocar tu entrevista:
1. Define tu pirámide de profesionalidad
Emplearse a fondo en lo más profundo de la pirámide, es la garantía de una buena imagen de marca. Empezar por conocerte bien, lo que te motiva, y lo que realmente quieres.
Este trabajo es necesario para definir tu propuesta de valor. Una buena imagen de marca no es otra cosa, que la imagen que tú has decidido transmitir.
2. Prepara el proceso
Analiza lo que esté en tu mano; la organización a la que postulas y su cultura, así como a la persona que va a gestionar el proceso de selección.
Toda la información que recojas te va a dar muchas pistas sobre la posición, la organización y tu posicionamiento en la entrevista. Esto no quiere decir que no seas tú mismo, pero sí que pongas en valor aquellas partes de tu currículum, tu experiencia o características personales, que mejor van a encajar en el proceso.
3. Prepara tu presentación
Para prepararte, por un lado, adapta tu puesta en escena a los requisitos de la oferta de trabajo, y de la organización. Resumiendo: ¿Por qué te tienen que contratar a ti?
Por otro lado, prepara tu estado, es decir el estado mental que va a contribuir a que tengas todos tus recursos personales a mano durante la entrevista. Esto supone pensar previamente en qué quieres transmitir a la persona que tienes en frente, y cómo vas a generar empatía con ella.
Recuerdo una entrevista que me realizaron para formar parte de un proyecto profesional que me interesaba mucho en aquel momento. Para llegar a esa entrevista tuve que salir literalmente corriendo de la empresa en la que entonces trabajaba. Aunque intenté relajarme antes de entrar a la entrevista, no tuve el tiempo suficiente para hacerlo. En esa ocasión, la falta de preparación, me llevó a no tener todo el control que necesitaba, y no hice la entrevista que hubiese querido hacer.
Por lo anterior, usar todos los recursos a tu alcance para preparar tu estado mental es imprescindible, ya que tú eres tu estado, y eso transmites a quién te entrevista. Ante el estrés que puede generar un proceso de selección, hay que recordarse a una/o mismo que es un encuentro entre profesionales, una conversación con otro profesional como tú. Y pase lo que pase, evalúa tus aprendizajes y mantén la cordialidad contigo mismo.
4. Durante la entrevista
Puede ser útil preguntar al entrevistador por las habilidades y competencias que buscan en el candidato. Esta información es de ayuda durante la entrevista para ajustar tus respuestas, y tus posibles preguntas. También lo es después del proceso, en caso de no ser seleccionado. Te permitirá valorar si tu propuesta de valor se ajusta a la demanda del mercado, y si debes cubrir algún gap competencial.
5. Después de la entrevista
Analiza tu comportamiento: Conversación, postura, actitud, preguntas y respuestas en la entrevista. Esto es importante hacerlo al salir de la entrevista, para recordar más detalles. A partir de tus respuestas, piensa en qué habilidades o comportamientos hubieran sido útiles en la entrevista, y qué es lo que mejor te funcionó:
- Determina que sería mejor decir o manifestar, o no decir o expresar.
- ¿Es tu estilo de comunicación el más adecuado? ¿Te has hecho entender? A veces no somos conscientes del impacto de nuestra comunicación, y esto puede restar puntos a nuestra candidatura. La comunicación es una competencia que de modo directo o indirecto, se puede valorar en todos los puestos.
- ¿Qué aspectos importantes sobre tu perfil o tu marca personal has dejado de comunicar, o podrías comunicar de otra manera?
- ¿Has tenido claro en todo momento tu objetivo en la entrevista? A veces es fácil desviarnos del objetivo con la presión del momento, pero al responder siempre hay que recordar el objetivo por el que se está allí. Si lo perdemos de vista, podemos responder de forma inadecuada.
6. Solicita al entrevistador feedback sobre tu entrevista
En caso de no haber sido seleccionado será de utilidad en próximos procesos, saber que puedes mejorar en tu puesta en escena en entrevista, o qué conocimientos o competencias deberías adquirir para aplicar a ese puesto, y a una organización de características similares.
La combinación ganadora para salir airoso de una entrevista, pasa por conocerte y prepararte. De poco te sirve una gran competencia técnica en tus especialidades, si no llegas a ponerlas en práctica.
“Cuanto mayor es tu desarrollo personal, mayores son tus posibilidades de tener éxito” Francisco Alcaide.
Gracias por leerme.
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