Líderes ajenos a su marca personal, ¿Qué hacer?
Hay marcas personales que arrastran, son como una riada, demuelen a su paso, y hacen que la tuya se tambalee.
Me gustó mucho una idea que expresaba Andrés Pérez Ortega, decía así; ”adquirir hábitos positivos es antinatural hasta que el hábito forma parte de ti, pero eso no te convierte en alguien menos auténtico”.
Forma parte de tu singularidad alcanzar esa mejor, o simplemente diferente, versión de ti mismo.
Evolucionar no es una opción
Para mejorar tu versión necesitas hacer un continuo zoom in, y zoom out; fijar el foco en la experiencia de tu cliente interno o externo, y poner el foco en ti. Practicar eso que los coaches llamamos, posición de “observador”; aprender a mirarte desde una óptica externa e imparcial.
Tu marca personal, evoluciona contigo. Si tu evolucionas, tu marca evoluciona. Si involucionas, tu marca retrocede contigo . Por que tú no dejas de comunicarte con tu saber ser y estar; constantemente estás dejando una huella.
Cuando el jefe/a elige no evolucionar
Cultivar tu marca personal, es importante en cualquier caso. Sin embargo, cuanto mayor es el radio de influencia de tus acciones y decisiones, más importante es cuidar tu marca personal.
En el caso de aquellos que ocupan posiciones de liderazgo es vital ser consciente de tu impacto en los demás; para el éxito del proyecto y para el éxito del equipo.
Hábitos positivos para tu marca personal
Todos conocemos equipos que no son todo lo exitosos que podrían. ¿Qué hacer para poner a salvo tu marca personal?
1 Expresa tus necesidades para cubrir tus objetivos y argumenta tus ideas de mejora
2 Negocia contigo mismo tus expectativas sobre tu jefe. Quizá no eran ajustadas. ¿Qué te llevó a pensar que iba a ser fácil?
3 Genera el hábito de identificar aspectos positivos, lo que si funciona ahí dónde estás, y dedícale más atención
4 Explora cuando tengas ocasión un nuevo sentido de aquello que haces
5 Recréate en aquellas cosas que te hacen disfrutar de tu día a día
6 Pasa más tiempo con tus compañeros y clientes, y explora tu sentido del humor
7 Pon a salvo tus motivos para estar donde estás, y tu persona. Que si viene el jefe en plan cacique, tus motivaciones estén a resguardo. Así pase lo que pase, siempre tendrás razones para volver al lugar de trabajo.
8 Pregúntate que tienen que ver aquí tus manías, pensamientos recurrentes, actitudes, y reacciones. No te juzgues por ello, sin embargo, puedes aprovechar la ocasión para cambiar tus respuestas aprendidas.
9 Ponte las pilas, y pregúntate qué actitud te llevará donde quieres estar ¿Cómo te quieres posicionar? ¿Qué esperas de esa relación profesional?
Seguramente pienses que tu jefe/a no te merece, pero como diría Viktor Frankl, no puede robarte tu actitud, si tu no quieres.
Gracias por leerme.
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