La postura que adoptas en un momento de transición profesional, va a influir de manera inevitable en tus resultados; que logres el cambio de trabajo deseado o el empleo buscado.

En mi experiencia acompañando a profesionales encuentro varios tipos de posiciones, que se pueden adoptar al afrontar una transición profesional. Si bien los profesionales, podemos instalarnos en un momento dado en una posición u otra; también podemos transitar entre ellas en una situación de cambio profesional.

Las 5 posiciones en tu transición profesional

1. Reactiva:

Es una posición de no aceptación de las circunstancias que estás viviendo. Afrontas la realidad como una afrenta personal. Lo que comúnmente se denomina “estar enfadado con el mundo”.

En este caso, necesitas practicar una mirada más amable hacia el mundo y hacia ti mismo. Es bueno descargarte de emociones como el enfado, pero necesitas dejarlas atrás, y asumir que en la vida mucho de lo que te sucede no lo has elegido. Y desde ese punto trazar una estrategia que te acerque a un objetivo realista y asequible. Tal vez, conectar con tu sentido del humor, te ayudará a liberar tensión, y te dará espacio para generar nuevas líneas de actuación desde un enfoque más constructivo.

2. Activa:

Es la posición más efectiva para el afrontamiento de la situación. Analizas la situación, la aceptas y buscas la manera de enfocar tu cambio profesional. Si eres una de esas personas que reaccionan activamente, buscas soluciones, te dejas informar y asesorar, analizas, decides y actúas. Te sientes satisfecho contigo mismo y te mantienes optimista y resiliente.

3. Resignada:

Esta postura te lleva a desentenderte de tu situación y a mirar a otra parte. Equivaldría a “Qué le voy a hacer”. Lo que te lleva a justificar la inacción con excusas del tipo; “No me contratan por mi edad”, o “Me faltan conocimientos o habilidades”.

En esta situación, tal vez puedes percibir cierta sensación de ineficacia y falta de autoestima. En ese caso necesitarías hacerte consciente de todo tu potencial. Es necesario practicar una mirada auto apreciativa y saber capitalizar tus logros y fortalezas. Incluso conectar con tu creatividad, te va ayudar a buscar opciones y alternativas profesionales, al tiempo que ayudará a despertar tu motivación, necesaria para ponerte en acción.

“El 95% de nuestros pensamientos de hoy son iguales a los de ayer y a los de mañana. Cuando uno empieza a pensar distinto y a tener nuevos pensamientos, lo que hace es empezar a conocerse más”. Estanislao Bachrach

4. Hiperactiva:

Es la posición en la que decides aplicar a todas las ofertas de empleo con las que te encuentras, o decides hacer todos los cursos de formación que te ofrecen. Esta postura te lleva a “dar palos de ciego”, ante la ausencia de foco.

En este caso, lo más importante es definir tu para qué; tu motivación. Si tienes claros tus motivos, estarás en disposición de elegir mucho mejor. Tu para qué te va a dar tu medida del éxito, lo que te sirve para apuntar en una dirección.

5. Parálisis:

Es la postura de la parálisis por análisis. Detrás de esta parálisis puede estar instalado el miedo a tomar una decisión y el miedo a equivocarse. Para evitar errar no mueves ficha, y al final trabajas de lo que surja, o continúas trabajando dónde estás.

En esta situación generadora de inseguridad y estrés, ante la búsqueda de un propósito profesional o un empleo; te ayudará aceptar tus miedos, enfocarte en tu meta, y trabajar con una estrategia.

Estés trabajando y buscando un cambio, o estés en situación de desempleo, la postura con la que afrontas el cambio profesional, te va a acercar a tu concepto de éxito o te va a alejar.

El primer paso en el camino del éxito es saber dónde y cómo éstas. A partir de allí, podrás tomar mejores decisiones, y serás más eficiente en la determinación y logro de tus objetivos.

¿Desde qué posición afrontas tu transición profesional? ¿Añadirías alguna otra posición?

Gracias por leerme y compartir, hasta pronto 😉

Beatriz Ruiz Vinué